Los coches también pueden llegar a tener patas de gallo, y no precisamente por la edad, si no por un trabajo de repintado de mala calidad.
Lo barato sale caro. Cuando pensamos en pintar nuestro coche normalmente lo asociamos a una intervención de un coste elevado. Bajo esta percepción, en muchas ocasiones intentamos buscar la opción más económica para ahorrar costes. Esto nos permitirá ahorrar costes a corto plazo… pero ¿y a medio y largo plazo?
Pintar el vehículo en establecimientos no preparados para ello puede acarrearnos problemas como las imperfecciones en la terminación del trabajo.
Otro ejemplo son los efectos de cuarteamiento. Se trata de pequeñas rajas o grietas parecidas a las patas de gallo de la piel humana. Estas suelen aparecer cuando no se han dado las condiciones óptimas de temperatura en el lugar en el que se ha pintado el coche.
Los chorretones o descolgamientos, son otro ejemplo de un mal acabado. Se produce cuando la pintura no se adhiere homogéneamente a la superficie de la chapa, creando ‘chorretones’. La falta de pericia del pintor, un mal acondicionamiento del lugar o la utilización de cantidades inadecuadas, suelen ser algunas de las principales causas que los provocan.
En Talleres Carslook llevamos una trayectoria de muchos años cuidando la salud de la pintura y de la carrocería de los coches de nuestros clientes. La seriedad, la responsabilidad y la minuciosidad con la que abordamos cada uno de nuestros trabajos son nuestro principal aval.
Nuestro consejo es que no te arriesgues y que apuestes a caballo ganador.
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